Castro deja México
Hacia fines de septiembre de 1956, “el Cuate” y Fidel se dirijieron a las montañas de Veracruz con el objeto de probar unos fusiles Remington, los cuales tenían escondidos ahí. Siguieron después al río Tuxpan para ver un yate que deseaba conocer “el Cuate”. Cuando Fidel lo vio, quedó cautivado pues era su futuro, su pase a la libertad de Cuba.
El 21 de noviembre del movimiento “26 de Julio” 37 militantes tuvieron que replegarse a Ciudad Victoria, donde recibieron órdenes de ir a Tuxpan. Fidel Castro decidió zarpar de inmediato. El día 24 redactó su testamento camino a Tuxpan, donde dejó a su hijo Fidelito de 7 años bajo la custodia de sus amigos Fofó Gutiérrez y Orquídea Pino. Fidelito vivió con ellos desde principios de año.
El barco zarpó al medio día del 25 de noviembre, bajo el mando del Capitán Onelio Pino. El Gramma fué diseñado para albergar hasta 20 personas, pero en el viajaron 82 personas. Todos eran cubanos, aunque también estaban el argentino, dominicano y mexicano Alfonso Gillen, quien luego se convirtió en vicedecano de la Academia del Pueblo y Amistad del Pueblo de Cuba. Su destino es cruel. De los 82 miembros de la fuerza expedicionaria, 20 fueron asesinados al desembarcar, 21 encarcelados, los otros 21 desaparecieron y solo 20 llegaron a la Sierra Maestra, donde iniciarían la guerra de liberación contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Fidel Castro a bordo del yate "el Gramma" en el puerto de Veracruz
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